jueves, 28 de junio de 2018

USTED CREA NOTICIAS FALSAS.

“Noticias falsas” fue el término elegido por el diccionario Oxford como la palabra que más aumentó su uso durante 2017. Durante el 2018 hemos ido recibiendo informaciones sobre el papel de algunos gobiernos en la propagación de estas noticias para influir en la política de otros países.
Destaca la acusación que apunta a Rusia como fuente de noticias para perjudicar a Hillary Clinton y favorecer el triunfo electoral de Donald Trump, también se relacionan estas informaciones con el proceso catalán o con la convocatoria de manifestaciones simultáneas a favor y en contra del mismo  asunto para crear inestabilidad.
Acostumbrados como estamos a ver la paja en ojo ajeno, pocas veces nos preguntamos sobre nuestro papel para que estas noticias se conviertan en relevantes e influyentes, pero estas informaciones sólo se convierten en virales si miles de individuos sin criterio propagamos cualquier cosa que llega a nuestras cuentas sin contrastar la información con las fuentes originales, la policía u otras fuentes de información que tengan más o menos demostrada su fiabilidad: compartirlas, retuitearlas o enviarlas por WhatsApp, es una forma de “crear” la noticia al convertirla en viral.
Pero esta no es la única forma de crear informaciones falsas.
Hasta no hace mucho una de las mayores redes sociales facebook- se consideraba mero trasmisor de información sin responsabilidad en lo que cada usuario colgaba en su muro. Hasta septiembre de 2017 esta red no lanzó una campaña en España para detectar estas noticias y hasta entonces no hizo declaraciones del tipo: Todos nosotros tenemos una responsabilidad para frenar la difusión de noticias falsas”. Sin embargo las medidas tomadas por la red social no acaban de convencer y algunos gobiernos europeos han empezado a implicarse en el asunto. Por el momento parece que podemos colgar culaquier cosa en nuestro muro sin que nadie verifique si es cierto o no.
Plataformas tan populares y aparentemente tan fiables como change.org permiten que cualquier persona de forma sencilla pueda movilizar colectivos y perjudicar a otras personas o grupos en base a peticiones falsas, manipuladas o calumnias.
En esta plataforma es posible iniciar una petición de firmas sin ningún tipo de identificación personal, en nombre por ejemplo de una asociación, colectivo o movimiento que no existe.
Se puede firmar tantas veces como quieras por ejemplo, con todos los correos de tus contactos. En cualquier momento el usuario anónimo que ha creado la petición puede cambiar el texto manteniendo las firmas conseguidas: puedo conseguir miles de firmas apoyando la no discriminación salarial entre sexos, cambiar el texto de la petición pidiendo que se recupere el escudo franquista como símbolo nacional y las firmas seguirán siendo las mismas.
En twitter y según algunos estudios, las noticias falsas se difunden un 70% más rápido que las ciertas y somos los humanos y no los robots los que las difundimos. Los bulos son más atractivos que las noticias falsas, proporcionan la satisfacción de ser retuiteados rápidamente y además te convierten en popular.
Evidentemente la responsabilidad recae en quien genera falsedades o medias verdades y en quien las difunde, pero al mismo tiempo buena parte de esta responsabilidad corresponde también a las plataformas que dan cabida a esta difusión sin responsabilizarse de su contenido y sin un análisis previo de las personas o grupos que lo hacen.
Yo por mi parte, les invito a firmar diez o quince veces en la petición de change.org “No a la mentira y manipulación en plataformas online.aunque tendrán que confiar en mi, no vaya a ser que cuando tenga unos miles de firmas cambie el texto de la petición y pida la suspensión del concierto de Operación Triunfo en Pamplona.



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