miércoles, 5 de septiembre de 2012

NUEVO CURSO, MENOS MEDIOS, NUEVAS NORMAS.

Comenzar este artículo me está siendo casi tan difícil como comenzar el nuevo curso escolar. Tenemos sobre la mesa tantos temas candentes que verlos en su conjunto nos abruma y elegir con cual comenzamos resulta complicado: aumento de horas, aumento de alumnos, profesores no contratados, encarecimiento del material escolar, nueva ley de educación...
Me centraré en dos aspectos: menos medios y nuevas normas.
La reducción de presupuestos implica fundamentalmente la reducción de profesorado total, la reducción de contratos a jornada completa y el aumento del número de alumnos por aula. Los cambios legislativos más importantes llegarán este otoño con una nueva Ley Orgánica aunque ya este curso se aplicará la modificación del currículo de Educación para la Ciudadanía.
Por un lado y para evitar confusiones malintencionadas o inconscientes, habría que diferenciar –en la medida de lo posible-, las reivindicaciones laborales de la reivindicación de un sistema educativo que busque –como tanto gusta decir ahora- la excelencia. Porque es verdad que la función del gobierno no es crear puestos de trabajo irreales, pero sí debiera ser la de crear un sistema educativo excelente que equiparara las oportunidades de todos los ciudadanos y los formara para su vida. Una vida que además, no se reduce sólo al ámbito de la producción económica.
Por otro lado, a la vista de las instrucciones de principio de curso y lo que conocemos de la futura ley, se da por supuesto que la cuadratura del círculo es posible. El hambre agudiza el ingenio y en tiempos de vacas flacas se aprovechan mejor los recursos, pero creo que nuestro ingenio no llega tan lejos como para combinar todo lo que supone la merma de recursos con el aumento de la calidad: mayor atención individualizada, reducir las tasas de abandono, aumentar el nivel de los alumnos en general y de los excelentes en particular o fomentar los programas profesionales mucho más caros que los tradicionales bachilleratos.
No voy a elucubrar ahora sobre el contenido de la nueva ley, pero la modificación de la polémica Educación para la Ciudadanía es ya una realidad que comienza a impartirse esta misma semana.
A la vista de las modificaciones realizadas, se pueden observar una serie de cambios tanto en el planteamiento general como en los contenidos, cambios que según el PP elimina esos factores susceptibles de adoctrinamiento pero que no satisfacen ni a los partidarios de esta materia ni a sus detractores. A los primeros porque se suprimen referencias explícitas a la violencia de género o a aspectos afectivo-sexuales, y a los segundos porque sigue evaluando juicios morales y acciones ya que no sólo evalúa conocimientos sino también la aceptación de principios y normas así como el consecuente comportamiento que se deriva de esa aceptación.
A la vista del currículo establecido en el 2006 y de las modificaciones establecidas para este curso podemos señalar algunas diferencias.
Desaparecen las referencias a la educación afectivo-emocional y desaparecen también las referencias al Estado como responsable de prestaciones y servicios. No figuran expresiones como en la que refiriéndose al bien común habla de “...la responsabilidad de las administraciones en su prestación y mejora...” o deja de ser un objetivo “Asumir... el papel del Estado como garante de los servicios públicos”.
En esta modificación, llama también la atención la muy abundante reducción de referencias expresas a la diversidad, la discriminación o a las diferencias de cualquier tipo. Se eliminan afirmaciones concretas como “Identificar y rechazar... las situaciones de discriminación hacia personas de diferente origen, género, ideología, orientación afectivo-sexual..” y se omiten objetivos como el que pretendía identificar y reconocer la diversidad como enriquecedora de la convivencia.
En cuanto a las nuevas aportaciones se establece una primera aproximación a las teorías éticas del mundo occidental, la correlación entre derechos y deberes;  el conocimiento de la Constitución Española, la Declaración de los Derechos Humanos y el Convenio Europeo de Derechos y Libertades, las normas de seguridad vial y las causas y consecuencias de los accidentes de circulación. Se fijan como contenidos la gestión de desechos y consumo eficiente, la preservación del patrimonio natural, la contaminación acústica, el deber de trasparencia en la gestión pública, el respeto de la propiedad intelectual, la iniciativa privada en la generación de la riqueza y el fomento del espíritu emprendedor,.
Como el anterior, este nuevo Real Decreto constituye la base sobre la cual se redactarán los nuevos libros de texto y se realizarán las explicaciones de los profesores. Como el anterior, constituye las líneas maestras que pueden dar lugar a unas presentaciones ideológicamente dispares.

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