Comenzar este artículo me está siendo casi tan difícil
como comenzar el nuevo curso escolar. Tenemos sobre la mesa tantos temas
candentes que verlos en su conjunto nos abruma y elegir con cual comenzamos resulta
complicado: aumento de horas, aumento de alumnos, profesores no contratados,
encarecimiento del material escolar, nueva ley de educación...
Me centraré en dos aspectos: menos medios y nuevas normas.
La reducción de presupuestos implica fundamentalmente la
reducción de profesorado total, la reducción de contratos a jornada completa y
el aumento del número de alumnos por aula. Los cambios legislativos más
importantes llegarán este otoño con una nueva Ley Orgánica aunque ya este curso
se aplicará la modificación del currículo de Educación para la Ciudadanía.
Por un lado y para evitar confusiones malintencionadas o
inconscientes, habría que diferenciar –en la medida de lo posible-, las
reivindicaciones laborales de la reivindicación de un sistema educativo que
busque –como tanto gusta decir ahora- la excelencia. Porque es verdad que la
función del gobierno no es crear puestos de trabajo irreales, pero sí debiera
ser la de crear un sistema educativo excelente que equiparara las oportunidades
de todos los ciudadanos y los formara para su vida. Una vida que además, no se
reduce sólo al ámbito de la producción económica.
Por otro lado, a la vista de las instrucciones de
principio de curso y lo que conocemos de la futura ley, se da por supuesto que
la cuadratura del círculo es posible. El hambre agudiza el ingenio y en tiempos
de vacas flacas se aprovechan mejor los recursos, pero creo que nuestro ingenio
no llega tan lejos como para combinar todo lo que supone la merma de recursos
con el aumento de la calidad: mayor atención individualizada, reducir las tasas
de abandono, aumentar el nivel de los alumnos en general y de los excelentes en
particular o fomentar los programas profesionales mucho más caros que los
tradicionales bachilleratos.
No voy a elucubrar ahora sobre el contenido de la nueva
ley, pero la modificación de la polémica Educación para la Ciudadanía es ya una
realidad que comienza a impartirse esta misma semana.
A la vista de las modificaciones realizadas, se pueden
observar una serie de cambios tanto en el planteamiento general como en los
contenidos, cambios que según el PP elimina esos factores susceptibles de
adoctrinamiento pero que no satisfacen ni a los partidarios de esta materia ni
a sus detractores. A los primeros porque se suprimen referencias explícitas a
la violencia de género o a aspectos afectivo-sexuales, y a los segundos porque
sigue evaluando juicios morales y acciones ya que no sólo evalúa conocimientos
sino también la aceptación de principios y normas así como el consecuente
comportamiento que se deriva de esa aceptación.
A la vista del currículo establecido en el 2006 y de las
modificaciones establecidas para este curso podemos señalar algunas
diferencias.
Desaparecen las referencias a la educación
afectivo-emocional y desaparecen también las referencias al Estado como
responsable de prestaciones y servicios. No figuran expresiones como en la que
refiriéndose al bien común habla de “...la responsabilidad de las
administraciones en su prestación y mejora...” o deja de ser un objetivo “Asumir...
el papel del Estado como garante de los servicios públicos”.
En esta modificación, llama también la atención la muy
abundante reducción de referencias expresas a la diversidad, la discriminación
o a las diferencias de cualquier tipo. Se eliminan afirmaciones concretas como
“Identificar y rechazar... las situaciones de discriminación hacia personas de
diferente origen, género, ideología, orientación afectivo-sexual..” y se omiten
objetivos como el que pretendía identificar y reconocer la diversidad como
enriquecedora de la convivencia.
En cuanto a las nuevas aportaciones se establece una
primera aproximación a las teorías éticas del mundo occidental, la correlación
entre derechos y deberes; el
conocimiento de la Constitución Española, la Declaración de los Derechos
Humanos y el Convenio Europeo de Derechos y Libertades, las normas de seguridad
vial y las causas y consecuencias de los accidentes de circulación. Se fijan
como contenidos la gestión de desechos y consumo eficiente, la preservación del
patrimonio natural, la contaminación acústica, el deber de trasparencia en la
gestión pública, el respeto de la propiedad intelectual, la iniciativa privada
en la generación de la riqueza y el fomento del espíritu emprendedor,.
Como el anterior, este nuevo Real Decreto constituye la
base sobre la cual se redactarán los nuevos libros de texto y se realizarán las
explicaciones de los profesores. Como el anterior, constituye las líneas
maestras que pueden dar lugar a unas presentaciones ideológicamente dispares.
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