domingo, 7 de julio de 2013

JÓVENES Y GRUPOS SECTARIOS.

Los medios de comunicación nos han llevado a pensar que las sectas son exclusivamente grupos que incitan a sus miembros a suicidios colectivos o que llevan a sus adeptos a realizar actividades inmorales y/o ilegales como la prostitución y las han llamado sectas destructivas, pero no sólo estos grupos pueden ser denominados así.
Cualquier grupo que se sirva de técnicas encubiertas y engañosas para captar a sus adeptos; que destruya la personalidad, la libertad y la capacidad de pensar controlándolos psicológica y físicamente; que “obliga” a romper los lazos familiares y sociales, que aconseja ocultar la pertenencia al grupo sobretodo a los menores de edad...  puede considerarse una secta destructiva aunque las actividades de sus miembros no puedan ser consideradas inmorales ni ilegales. De hecho estas últimas son una minoría frente a ese otro tipo de grupos que de forma más discreta van captando adeptos para beneficio económico de unos pocos o para difundir ideas de corte esotérico, trascendente o incluso político.
Aunque potencialmente todos somos posibles objetivos de las sectas, los más jóvenes por sus especiales características constituyen el grupo de más fácil captación: son más idealistas, quieren cambiar la sociedad y dar sentido a su vida, se sienten incomprendidos, no tienen opiniones formadas, necesitan respuestas, las soluciones de sus padres no les satisfacen y carecen de criterios y experiencia para darse cuenta de que los manipulan.
Las técnicas de captación utilizadas por estos grupos pueden ser las relaciones personales, las actividades tapadera o los reclutadores encubiertos. Relaciones personales: Conocidos, compañeros, personas con las que no te unía una especial amistad establecen contigo relaciones de amistad, confianza, complicidad que acaban llevándote a una determinada organización: personas recién llegadas a un nuevo ambiente –barrio, colegio, etc.-, o personas tímidas que tienen dificultades para relacionarse encuentran una o varias personas que se convierten en amigos atentos que les ayudan y están pendientes de sus necesidades. Actividades tapadera: Ocupaciones u ofertas para desarrollar una determinada actividad aunque el verdadero fin es captarte para un grupo, fin que por supuesto permanece oculto: técnicas de estudio, relajación, psicología. Actividades de tiempo libre: excursiones, campamentos, fiestas, visitas culturales. Actividades relacionadas con temas filosóficos, ocultismo, culturas perdidas. Centros de estudio: academias, clases particulares o repasos. Actividades relacionadas con la solidaridad, la caridad, los drogadictos, los necesitados.... Reclutadores encubiertos: Personas que desde su puesto de trabajo se aprovechan de su situación para captar: docentes que invitan a sus alumnos a actividades que nada tienen que ver con su trabajo, abogados que sacan partido de situaciones emocionalmente complicadas como una separación...
No hay que vivir en la alarma constante pero sí es conveniente que nosotros y nuestros hijos tengamos presentes unas precauciones básicas. Si se realiza algún tipo de actividad formativa, de tiempo libre, de atención a los necesitados, o del tipo que sea hay que informarse bien de quien la organiza y preferir grupos, instituciones o asociaciones conocidas. Si no las conoces pregunta a personas que no tengan que ver con ese grupo: de quién se trata, a qué se dedica, cuál es su finalidad, su organización, su sede, etc. Busca varias fuentes de información.
No hay que fiarse si a través de una actividad con un fin determinado como dar unas clases de matemáticas se acaba hablando con un señor sobre el sentido de la vida, el bien, etc-; si una nueva amistad o una persona aprovecha su situación laboral o su cargo para  ponerte en relación con algún grupo. Desconfía si te piden que ocultes algo a tu familia o a tus amigos “porque ellos no te van a comprender”, si tras el nombre oficial de los organizadores detectas otro grupo "oculto" que no sale demasiado a la luz, si te presionan con constantes llamadas o visitas para asistir a actos y reuniones o si las posiciones que defienden "son sin duda las verdaderas" y no se está abierto a crítica.
Si en cualquier situación sospechas que de alguna forma estás en relación con una secta, "huye" lo más rápido posible, la curiosidad puede llevarte a formar parte de él. Informa a tus padres y a tus amigos para que no se acerquen a ese grupo, y  si realizan actividades ilegales haz la denuncia correspondiente.

“Fui a una conferencia  y luego nos prepararon una merienda, era gente muy simpática. Yo tenía 15 años. Quedamos para un partido y ahí surgió todo” Ex miembro de un grupo sectario.

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